En el Tabor, como en bautismo en el Jordan, el Padre habla desde el cielo, dando testimonio de la filiacion divina de Cristo; y el Espiritu tambien esta presente, no con la apariencia de una paloma en esta ocasion, sino en forma de una Luz deslumbrante que rodea la persona de Cristo y que cubre la montaña entera. Esta luz deslumbrante es la luz del Espiritu.
El ascenso al Monte Tabor vino en un punto critico del ministerio de Nuestro Señor, justo cuando iba a emprender su ultimo viaje a Jerusalen, el cual el sabia que habria de terminar en su humillacion y muerte. A fin de fortalecer a sus discipulos para las pruebas que tenian por delante, el escogio este momento particular para revelarles algo de su esplendor eterno para que pudieran mirar mas alla de los sufrimientos de la Cruz cuando ellos llegaran, hasta la gloria de la Resurreccion.
La luz de la Transfiguracion presagia no solo la Resurreccion del propio Cristo al tercer dia, sino igualmente la gloria de la Resurreccion de los justos en su Segunda Venida dado que Su Resplandor en el Monte Tabor es una gloria que toda la humanidad esta llamada a compartir.
En el Monte Tabor, Cristo como hombre se llena de luz y ello anuncia lo que les ocurrira a los que le sigan porque la Transfiguracion nos revela el maximo potencial de nuestra naturaleza humana.
Por lo tanto, la fiesta de la Transfiguracion, no solo es la conmemoracion de un evento pasado de la vida de Cristo sino que presenta una dimension «escatologica» que se expande hacia el futuro, en el que todos los cristianos podran gozar del esplendor de la Resurreccion en el ultimo Dia en el cual la belleza del Reino divino se exprese en los hombres.
Fuente consultada: Crkvenikalendar
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